En la fase de estudio, la atención psicológica se concentra en lograr una comprensión del paciente, la razón por la que acude a nosotros, las causas de su problema, sus expectativas y el acuerdo al que llegaríamos con él para desarrollar la fase de tratamiento. Estas sub-fases, más bien, metas, determinan una secuencia metodológica que, si bien, por razones didácticas, las presentamos en orden, en la práctica, podrían desarrollarse de manera simultánea e incluso, en un orden distinto. Las sub-fases serían las siguientes:
Motivo de consulta. El objetivo central de esta sub-fase es conocer cuál es la razón exacta por la que nuestro paciente viene a la atención. Obvio es que esta razón deba tener un carácter clínico, estemos en capacidad de atenderla y que sea de utilidad para el paciente.
Recopilación de datos. El objetivo central de esta sub-fase es conocer, con bastante precisión, los signos y síntomas que presenta el paciente; quién es el paciente en el momento actual; cual es el rol de la patología en su vida cotidiana y, cuáles son sus expectativas de tratamiento.
Evaluación. Los objetivos centrales de esta sub-fase son procesar y analizar toda la información recopilada a través de las distintas herramientas de trabajo y luego, contrastarla con los distintos criterios teóricos, técnicos y estadísticos que le dan un sentido clínico.
Diagnóstico y pronóstico. El objetivo central de esta sub-fase es establecer cuál es la patología por la cual el paciente viene a consulta y cuál sería la evolución de ésta, en atención a la terapia que se pueda realizar.
Devolución. El objetivo central de esta sub-fase es llegar a un acuerdo con el paciente sobre lo que tiene, el tratamiento que debe recibir, los costos y los horarios de las sesiones. Como es de suponer, cada una de estas sub-fases amerita una explicación más profunda lo cual haremos en escritos por separado.